Llevo varios días encamado. Una gastroenteritis vírica apenas me ha dejado con ganas para escribir unas líneas aunque sean malas. Anteayer, en uno de los escasos recesos de cama, me pareció ver enLa Sextauna noticia sobre el asesinato impune de 23 personas desarmadas mientras se manifestaban en los Altos del Golán. Según creí ver en la noticia, los palestinos y sirios iban desarmados y se manifestaban pacíficamente, cuando los israelitas abrieron fuego a diestro y siniestro contra los manifestantes. Para mayor delito, encima los manifestantes estaban en suelo sirio.
Pensé que esta noticia de un nuevo GENOCIDIO cometido por los Israelitas, iba a ser noticia de primera página en los periódicos. ¡Pobre de mí! A la hora en que escribo estas líneas, ni en Público ni en El País se menciona el suceso. Al menos yo no he sido capaz de encontrarlo en las ediciones digitales. Tal vez sea porque el GENOCIDIO se cometió el domingo y por tanto la noticia se debió dar en las ediciones del lunes (cuando escribo esto es martes por la noche). O tal vez que a nadie le interesa lo que Israel lleva haciendo desde hace mucho tiempo.Ya se que me llamarán antisemita y otras muchas cosas. Aunque es verdad que los racistas no reconocen serlo, no lo es menos que los que no lo somos también reconocemos no serlo y que no todos los que dicen no ser racistas, lo son (vaya lío). Lo que quiero decir es que no tengo nada contra los judíos, católicos, mahometanos o del Hare Krishna por el motivo de profesar esa religión. Pero si tengo motivos para odiar profundamente a alguno de los individuos de esas comunidades religiosas por su comportamiento. Y el del estado de Israel es para nota en lo del odio. Un estado que vive del recuerdo del genocidio judío por los Nazis, no puede comportarse como sus verdugos, ni estar por encima de las leyes internacionales ni de la moralidad del hombre. Un estado que te cuenta en cuanto puede que fue masacrado en campos de exterminio antes y durante la segunda guerra mundial, no puede seguir un comportamiento asesino contra todo aquel que no piense como ellos, sea o no inocente.
Y hace mucho tiempo que Israel se comporta como un país fuera de la ley. No respeta las resoluciones dela ONU, no respeta ni los derechos, ni la vida de los humanos, ni se aviene a ningún tipo de legislación internacional. Hace tiempo que Israel viene asesinando impunemente sin que nadie le levante la voz. Y eso, también me indigna.Porque no se puede bombardear Libia aduciendo a la seguridad del pueblo libio y sin embargo dejar que Israel mate 23 inocentes sin que ningún país, organización internacional o representante dela ONUhaga nada para que no vuelva a suceder. Todos sabemos que los Astados Unidos son tan culpables como el propio estado de Israel. Y no es demagogia. El dinero de los Lobbys judíos tiene el poder de dar y quitar presidencias y ningún presidente americano está dispuesto a perder una reelección enfrentándose a ellos. Pero entonces, ¿dónde queda la justicia universal? ¿El dinero, que todo lo puede y manda, es el mayor asesino del mundo?
Quizá sea un iluso, un romántico o un tonto. Pero, mientras tenga uso de razón seguiré luchando para que los GENOCIDAS paguen por sus matanzas, aunque esos genocidas no sean serbios, libios o sirios y aunque pasen por demócratas. Al pan, pan y al presidente de Israel, llamémosle como se merece: GENOCIDA (y cabrón).