jueves, 2 de junio de 2011

Genocidas del Hambre


Imaginemos la siguiente situación. En una isla viven 15 personas. Tres se dedican a cultivar la tierra y producen verduras y cereales suficientes para alimentar a todos los habitantes de la tierra. Uno posee el banco dónde los productores guardan el dinero, otro se dedica a comprar alimentos a los agricultores y ponerlos en la tienda. Otro es el que tiene la tienda dónde se venden los alimentos y los otros nueve se dedican a diferentes labores (artesanía, turismo, etc.). Hasta ahora los agricultores vendían sus productos al intermediario que a su vez los vendía en la tienda a los demás. Pero un buen día, al dueño del banco se le ocurrió que podría ganar más dinero si compara alimentos y los vendía al tendero (lo mismo que el intermediario). Como el dinero del banco era de los propios agricultores, él no ponía nada. Simplemente compraba los alimentos con el dinero depositado en el banco y los volvía a vender al día siguiente al tendero. Otro buen día se le ocurrió que, puesto que él no ponía dinero, hablaría con los agricultores quienes le firmarían una opción de compra como que le vendían cierto número de kilos de verduras y cereales y con ese papel el iría a la tienda quién le pagaría un 3% más por los kilos comprados. Como el dueño de la tienda también tenía el dinero en el mismo banco, el banquero se encargaría de escribir los asientos contables a cada uno de ellos, sin necesidad de mover el dinero. Así estuvieron unos años, funcionando sin problemas. Pero el banquero era muy avaricioso y un día se le ocurrió que, puesto que no tenía que mover dinero, podría apalabrar toda la cosecha con los agricultores y el tendero no le quedaría otra que comprársela a él y en lugar de ganar un 3% podría subir su ganancia hasta el 30%. Y así lo hizo, compro el 90% de la cosecha (porque el otro 10% ya se la habían vendido algo más temprano al intermediario) y le dijo al tendero que el nuevo precio de sus productos eran un 30% más sobre el valor inicial. El tendero al no poder obtener recursos de otros sitios, le compró la cosecha a ese precio. Pero el nuevo precio era muy caro para cuatro de sus habitantes que empezaron a pasar hambre. Y el tendero empezó a no vender parte de lo adquirido. Y subió más los precios para no arruinarse y otros tres ahora tampoco podían comprar la comida y también empezaron a pasar hambre. Y el tendero se arruinó y el banquero se quedó con la tienda.

Esto que parece una situación macabra, espeluznante y poco real, es lo que denuncia Intermon Oxfam (lo que supone que es real y a gran escala).

Cuatro banqueros (tres hideputas americanos: Lloyd Blankfein, Brian Moynihan, Jamie Dimon y un inglés: Bob Diamond ) que fueron los que iniciaron la crisis (Goldman Sachs, Bank Of América, JP Morgan y Barclays) controlan el mercado especulativo de los alimentos. En abril el precio de los alimentos ha subido un 15%. En el último año el trigo ha subido un 69% y el maíz un 74%. Para más delito, estos hijosdeputa controlan las ayudas de los Astados Unidos al tercer mundo y en lugar de comprar alimentos en África para África (por ejemplo), se los compran a las compañías americanas que se quedan con un 60% en concepto de transporte. En chicago, estos asesinos pueden comprar el 80% de la producción mundial de alimentos sin poner un solo dólar y en quince minutos, vender esas opciones de compra un 30% más caras.

Si tienes cuenta en uno de esos cuatro bancos, deberías sacar inmediatamente tu dinero de ellos. De otra forma eres cómplice de asesinato. Deberíamos conocer sus movimientos y convocar concentraciones allá dónde se muevan. Y por supuesto pedir que la especulación con los alimentos sea considerada genocidio.

Este vídeo de La Sexta habla sobre ello y es interesante,