Las calles por dónde ha transitado la manifestación, más de juzgado todavía. Calles estrechas, llenas de coches aparcados y de camiones.
Lo de Sol para que la delegada del gobierno dimita IPSO facto. Hemos estado parados casi tres cuartos de hora, porque no podíamos acceder a SOL ya que la plaza estaba tomada literalmente por los meapilas, que nos estaban esperando con ganas de bronca y que han taponado la salida a Sol desde la calle Montera. Al final, la policía ha tenido que hacer un estrecho cordón por el que hemos podido continuar nuestra manifestación.
Por lo demás, todo normal. Mucha gente (muchos menos que a los que han traído gratis). Mucha juerga, mucho calor y mucho slogan cachondo.
Lo peor: el recorrido, la nula ayuda a un desarrollo normal por parte de las administraciones públicas, un cartel pagado por el Gobierno de España anunciando las jornadas de los meapilas y las ganas de montar follón y de no dejar ejercer nuestro derecho de manifestación por parte de los intolerantes.
La anécdota: unos cuantos meapilas rezando en la Plaza de Jacinto Benavente, de rodillas, rosario en mano y con un santo en la otra. Debían de rezar por nosotros. Pero creo que hubiera sido mejor que rezaran por los niños violados por tantos y tantos curas.